LO QUE SÍ DEBE DE SABER UN EMPESARIO, FINANZAS!
Es irónico… los negocios son creados para producir $dinero$; y muchos empresarios lo primero que delegan es el control del $dinero$ de sus negocios, pero hay que saber por qué y a quién. ¿Deseas aprovechar mejor las oportunidades de financiamiento e inversión disponibles? ¿Deseas controlar mejor tus costos y aumentar tus ganancias? ¿Deseas conocer el verdadero valor de tu empresa y hacerla más atractiva para terceros? ¡Puedes hacerlo! Apóyate en la información financiera que ofrece la contabilidad.
Por supuesto que no te vamos a recomendar que te conviertas en Contador, ni mucho menos en Financiero. Un empresario no necesita ser experto en ninguna de estas disciplinas, pero sí debe desarrollar su inteligencia financiera.
El empresario tiene muchas tareas prioritarias que realizar todos los días. No puede ni debe, dedicar tiempo a llevar la contabilidad de su negocio, tampoco calcular las planillas, ni llevar los libros de bancos, ni revisar cada uno de los documentos que sustentan las operaciones de sus negocios.
Es importante el control. Es vital. Sin control, no hay éxito.
Es más, los empresarios exitosos, por lo general son personas obsesivas y desconfiadas con respecto al control del dinero. Eso está muy bien… sin caer en extremos, por supuesto. Sin embargo, controlar, no significa realizar esa actividad de manera personal.
Algunos empresarios nunca delegan la firma de los cheques ni la autorización de las transferencias. Todo egreso de efectivo es meticulosamente controlado por ellos. Controlan todos los días los ingresos y controlan uno a uno los egresos.
Esto puede llegar a consumir muchas horas semanales del empresario. Y hay peores consecuencias: puede dejar pasar oportunidades de expansión, solo por estar ya demasiado ocupado revisando los detalles contables o financieros de sus negocios.
Una de las nuevas clientas es propietaria de una cadena de siete tiendas de zapatos. Sus días nunca eran suficientes para cubrir todas sus obligaciones y compromisos. Desde hacer las compras de mercancías, negociar con proveedores, visitar los locales; y también, porque ella misma era quien llevaba los libros de bancos, parte de la contabilidad, confeccionaba e imprimía los cheques, preparaba las planillas de salarios cada quincena de sus trabajadores, y muchas otras cosas más. Por lo tanto, buscó la solución.
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